El ministro de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzana, anunció el viernes 7 de octubre la anulación de todas las maniobras militares conjuntas con EEUU en el Mar de la China Meridional.
“El gobierno filipino ha ordenado la salida de los 107 militares de EEUU implicados en la operación de espionaje con drones contra los rebeldes del sur de Filipinas”, dijo Lorenzana.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, anunció el 28 de septiembre en el transcurso de una visita a Vietnam, el fin de las 28 maniobras militantes conjuntas que su país realiza cada año con EEUU.
Duterte explicó claramente que esta decisión provenía de China, que está furiosa por la presencia militar norteamericana en las aguas del Mar de la China Meridional y las maniobras militares allí, como ocurrió entre el 4 y el 12 de octubre en Luzon y Palawan, donde tuvieron lugar unas maniobras anfibias que incluyeron a 1.400 soldados norteamericanos y 500 filipinos.
Antes de la toma del poder por Duterte, EEUU y Filipinas organizaron ejercicios comunes en abril último que fueron fuertemente criticados por Pekín. Los medios chinos publicaron una advertencia a las potencias extranjeras que intervienen en los conflictos del Mar de la China Meridional.
Duterte ha promovido la independencia del Ejército filipino hacia EEUU y se ha mostrado favorable a la cooperación militar con China y Rusia.
El presidente filipino dijo hace semanas que iba a visitar Rusia y China este año para marcar un rumbo independiente en la política exterior e su país frente a Washington y establecer alianzas con los dos países con históricas rivalidades con EEUU.
Duterte tomó posesión del cargo en junio y ha mantenido desde entonces relaciones tensas con la Casa Blanca y ha pronunciado frases ofensivas contra el presidente Barack Obama. Él señaló que EEUU se había negado a vender a su nación ciertas armas no especificadas, advirtiendo que él estaba dispuesto a “romper con EEUU” y que el presidente Obama podía “irse al infierno”.
Él añadió que Manila pensaba adquirir esas armas a China y Rusia, que se mostraban dispuestos a vendérselas. “Yo envié a mis generales a Rusia y Rusia dijo: “No te preocupes. Tenemos todo lo que necesitas”. En lo que se refiere a China, ellos dijeron: “Ven y firma un contrato y todo te será entregado”.
El 26 de septiembre, Duterte visitó Moscú y se reunió allí con el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, señalando que buscaba asegurarse el apoyo militar y económico de Moscú y Pekín porque “él iba a cruzar el Rubicón con EEUU”.
Duterte visitará Pekín los días 19 al 21 de octubre, donde se reunirá con el primer ministro Li Keqiang y el president4e Xi Jinping. Entre los temas de la visita están las discusiones bilaterales sobre la diputa de los islotes del Mar de la China Meridional y las inversiones chinas en la economía filipina. Al mismo tiempo, mientras que Washington y sus aliados han incrementado sus críticas contra la guerra contra las drogas de Duterte, China la ha apoyado abiertamente.
El 29 de septiembre, el portavoz del ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang, dijo en una conferencia de prensa que “bajo el liderazgo del presidente Duterte, el nuevo gobierno filipino ha llevado a cabo políticas que priorizan el combate contra los crímenes relacionados con las drogas. China comprende y apoya eso. Estamos dispuestos a iniciar una cooperación con Filipinas en el tema del narcotráfico y formular un plan de acción conjunta”.
EEUU aumenta cada vez más su presencia militar en el Mar de la China Meridional a fin de sembrar la cizaña entre los países de la región. La decisión de Duterte supone así un duro golpe para los intentos norteamericanos de cercar a China y crear conflictos con ese país.
Como respuesta, ha habido informaciones de discusiones para cortar la ayuda a Filipinas dentro de la Administración estadounidense. Algunos creen que Washington podría llevar acciones en el frente interno para desestabilizar la posición de Duterte, pero éste disfruta, según las encuestas, del apoyo del 73% de la población y con sólidos apoyos dentro del Ejército y del ex grupo guerrillero Partido Comunista de Filipinas (Maoísta), que tiene ahora varios puestos en el gobierno.
Source: Agencias