Un ex funcionario de la CIA, Paul Pillar, afirmó que “la familia Assad ha gobernado Siria desde 1970 y, por lo tanto, alterar la estructura que ha estado en vigor durante más de medio siglo tendrá repercusiones que socaven la estabilidad”.
En un artículo publicado por el sitio estadounidense National Interest, el autor estima que “el cambio de régimen en Siria no representa un golpe importante al eje de resistencia como se afirma”, señalando que “el puente terrestre entre Irán, Siria y Hezbolá es sólo un elemento de las alianzas regionales de Irán”.
Subrayó que “hay que abandonar la idea de que el eje liderado por Irán es la principal fuente de los problemas de Oriente Medio”, considerando que este “diagnóstico de la violencia e inestabilidad en la región nunca ha sido exacto” y añadiendo que “se espera que la situación se vuelva cada vez más clara a medida que el mundo se tambalea al borde de la crisis. “Estamos a punto de ver nuevos problemas relacionados con la llegada a Siria de un régimen que no tiene ninguna conexión con Irán o su eje”.
El autor señaló que “uno de los principales motivos de preocupación hoy en día es la naturaleza de Hayat Tahrir al-Sham”, describiéndola como una “organización yihadista radical afiliada a Al-Qaida, y que todavía está bajo en la lista negra de organizaciones terroristas del Departamento de Estado de EEUU”.
Pilar indicó que “el grupo ha buscado presentar una cara más pragmática y moderada durante el último período, pero no hay razón para concluir que esto refleje un cambio real en la naturaleza del grupo, sino más bien una estrategia para ganar apoyos y limitar la oposición al mismo, mientras intenta controlar toda Siria”.
El autor opinó que “el movimiento talibán en Afganistán puede representar un caso similar, en el sentido de que intentó adoptar un lenguaje moderado para buscar reconocimiento y apoyo internacional, antes de volver a ser lo que era cuando llegó al poder”.
Source: Diversas