La escritora y activista política palestina Samar Hamad advirtió este viernes sobre las graves repercusiones de la reciente decisión del gobierno israelí de asumir la plena responsabilidad del registro de tierras en la Zona C de la ocupada Cisjordania.
En una entrevista con la agencia de noticias Shehab, Hamad alertó que la medida abre el camino para la anexión de aproximadamente el 60 por ciento de Cisjordania.
Los Acuerdos de Oslo II, firmados en 1995, estipularon que el Área C estaría bajo control temporal israelí, antes de ser entregada a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), lo cual nunca se cumplió.
Este mes el gabinete de seguridad israelí acordó rechazar los registros de tierra de la ANP en esa zona y por el contrario, comenzar los suyos propios, que incluirían estudios topográficos.
Hamad condenó los planes anexionistas del gobierno de Benyamín Netanyahu, que consideró racistas.
La nueva medida cruza todas las líneas rojas y representa una clara violación del derecho internacional, afirmó.
La activista aseguró que el objetivo es imponer un control estratégico integral sobre la geografía y la demografía palestina, en un esfuerzo por acabar con cualquier plan para crear un Estado nacional.
En ese sentido, denunció la idea de Netanyahu de transformar Cisjordania en “cantones sitiados bajo plena soberanía israelí”.
También criticó el silencio internacional y consideró tímidas las posturas de las naciones árabes.
Este mes, varios expertos palestinos denunciaron la campaña del gobierno israelí para acelerar la colonización en Cisjordania mediante el impulso a la construcción y ampliación de asentamientos judíos y la expropiación de tierras.
El investigador Suhail Khaliliya detalló que la administración de Netanyahu aprobó la construcción de unas 40 mil unidades habitaciones para judíos en Cisjordania.
Al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad israelíes demolieron más de cuatro mil viviendas palestinas en la región, destacó en entrevista con el diario Al-Quds.
Otra de las estrategias colonizadoras es la red de carreteras de circunvalación para los israelíes, que supera los 960 kilómetros de longitud, aunque el objetivo es ampliarla, alertó.
También la activista Sylvia Abu Laban cuestionó las acciones del gabinete de Netanyahu.
“Aproximadamente 740.000 colonos israelíes viven en asentamientos en Cisjordania, incluidos 240.000 que viven en la Jerusalén ocupada”, precisó Abu Laban.
El establecimiento de un número récord de asentamientos ilegales se convirtió en una herramienta para implementar los planes de anexión del ministro de Finanzas Bezalel Smotrich, apuntó.
Por su parte, la periodista Aseel Malihat, consideró que la expansión colonial es parte de un plan estratégico integral, cuyo objetivo es redibujar el mapa del territorio.
Source: Prensa Latina