El líder de Ansarulá, Sayyed Abdul-Malik Al-Huzí, enfatizó que honrar el martirio del Imam Hussein (P) es, ante todo, un acto de solidaridad con el Profeta Muhammad (BP) y una reafirmación del perdurable legado de guía divina y liderazgo moral para la nación musulmana.
En un discurso televisado durante las conmemoraciones de la Ashura en Yemen, Sayyed Al-Huzí enfatizó que el Imam Hussein no fue simplemente una figura histórica, sino el portador de una causa: el verdadero Islam, que construye justicia y paz al tiempo que confronta la sumisión y la distorsión.
Advirtió que la desviación de los principios islámicos fundamentales dejó al nieto del Profeta abandonado en Kerbala, rodeado de traición y silencio.
“Hoy, las atrocidades cometidas contra el pueblo palestino, especialmente en Gaza, constituyen un genocidio y exigen una respuesta moral y religiosa seria. Hago un llamamiento al mundo musulmán a rechazar la tiranía estadounidense e israelí y a alzarse con fe, rechazando la complicidad o la sumisión”, destacó Sayyed Al-Huzí.
Resistencia: Una responsabilidad sagrada
A pesar de las dificultades y los sacrificios, Sayyed Al-Huzí afirmó que la causa es sagrada y digna de toda lucha.
“El camino de la dignidad y la libertad es la única opción honorable y segura, a diferencia de la rendición, que implica un alto costo espiritual y material”.
Sayyed Al-Huzí reafirmó el compromiso del pueblo yemení con este camino, arraigado en su fe en la promesa de victoria de Dios. Señaló un creciente despertar regional —desde Gaza y Líbano hasta Irán, Iraq y Yemen— donde “los descendientes de los compañeros de Hussein continúan su fiel marcha”.
Firme compromiso con la misión coránica
Al-Huzí reafirmó la inquebrantable adhesión de Ansarulá a la misión coránica, centrada en defender el Corán, enarbolar la bandera del islam y abrazar el deber islámico del yihad, exhortando al bien y prohibiendo el mal.
También reiteró la firme postura de Ansarulá en apoyo al pueblo palestino y enfrentamiento a los regímenes israelí y estadounidense, a los que describió como las mayores amenazas para el islam y para todo el mundo musulmán.
Advirtió que el proyecto sionista es inherentemente agresivo y destructivo, atenta tanto contra la fe como contra la vida, y debe ser combatido mediante la unidad de los pueblos libres de la región dentro del Eje de la Resistencia.
Sayyed Al-Huzí concluyó afirmando que la firmeza en estas posiciones es innegociable, independientemente de la presión, las campañas mediáticas o las crecientes amenazas. «Este camino no admite concesiones».
Source: Al Manar