La coalición norteamericana ha llevado a cabo un ataque aéreo en Iraq, que ha dejado un balance de 7 muertos y 11 heridos, todos miembros de las fuerzas de seguridad y las Fuerzas de Movilización Popular.
Según el canal Al Yazira, un helicóptero norteamericano tomó como blanco a un convoy al noroeste de Ramadi, en la provincia de Al Anbar. El convoy estaba integrado por miembros de las fuerzas de seguridad y combatientes del Hashid al Shaabi.
Según una fuente local, el helicóptero estadounidense atacó vehículos blindados y no blindados, donde viajaban, entre otros, Sharhabil al Obeidi, jefe de la región de Al Bagdadi, y el coronel Salam al Obeidi, el jefe de la policía de esa región.
Bajo la condición del anonimato, la fuente agregó que 11 personas, incluidos los dos mencionados oficiales, resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital.
Estas fuerzas aseguran la seguridad de la región de Al Bagdadi, donde se encuentra la base aérea de Ain al Assad, al oeste de Ramadi.
En agosto de 2017 y luego de un ataque similar de la llamada coalición anti-Daesh dirigida por EEUU, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, reiteró que la llamada coalición no podía lanzar ataques contra el territorio iraquí sin la aprobación de Bagdad.
Por su parte, el líder del grupo Asaib Ahlul Haq, un movimiento iraquí integrado en las Fuerzas de Movilización Popular (Hashid al Shaabi), Qais al Jazali, dijo que su organización había provocado la cólera de los norteamericanos al mostrarse públicamente en el Sur del Líbano, junto a la frontera con la Palestina ocupada, como muestra de que las milicias iraquíes ayudarán a Hezbolá en caso de conflicto con Israel.
En relación a la presencia norteamericana en Iraq, él escribió en su página de Twitter:
“El ataque del helicóptero estadounidense contra Al Bagdadi dejó 7 muertos y 11 heridos. Entre los heridos está el jefe de esta región, el jefe de la policía y miembros de las fuerzas de seguridad del país. Esto plantea muchas preguntas sobre la presencia militar de EEUU en Iraq y los objetivos de este país al no abandonar Iraq después de la derrota de Daesh”.
Según las últimas cifras, desde noviembre pasado al menos 801 civiles han sido víctimas de los bombardeos de la coalición estadounidense en Iraq y Siria.
Source: Press TV