Las agencias de inteligencia británicas han dijo a la primera ministra Theresa May que Rusia quería “convertir Libia en “una nueva Siria” con el fin de tomar el control de los flujos de inmigración hacia Europa e incrementar su influencia”, señala al periódico The Sun.
El periódico, que cita presuntamente un fuente de alto nivel en el gobierno británico, dijo que Moscú apoya al general Jalifa Haftar y “suministra a sus tropas (del Ejército Nacional Libio) equipos pesados”.
Según la publicación, decenas de oficiales del servicio de inteligencia de Rusia y sus fuerzas especiales están desplegadas en el este de Libia “con el fin de entrenar a las tropas y en papeles de enlace”.
El periódico afirmó que dos bases militares rusas están operando en las ciudades costeras de Tobruk y Bengasi, utilizando la compañía militar privada rusa Wagner Group como cobertura para sus actividades.
La publicación también escribió, sin proporcionar fuentes ni pruebas, que “se cree que los devastadores misiles de crucero Kalibr y los sistemas de misiles de defensa aérea S-300 de última generación están también ahora en Libia”.
“Es extremadamente alarmante. Rusia quiere abrir un nuevo frente contra Occidente en Libia, pero tampoco debería sorprender. Sin duda, intentarán explotar las rutas de migración en África”, dijo el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento del Reino Unido, Tom Tugendhat, al gobierno del Reino Unido en una declaración, citada por The Sun.
La falta de un solo gobierno central y de un solo ejército en Libia han provocado el aumento de las actividades de grupos militantes y organizaciones terroristas en el país. Libia es también la puerta principal para los migrantes africanos, que intentan cruzar el Mediterráneo y establecerse en Europa, lo que se convirtió en una de las principales razones de la crisis migratoria europea de los últimos años.
Después de que el líder libio Muammar Gaddafi fuera derrocado en 2011 por una intervención de la OTAN, Libia descendió a una larga guerra civil y el control del país ahora se divide entre dos entidades rivales. El Gobierno del Acuerdo Nacional, con sede en Trípoli, reconocido por la ONU, controla la parte occidental del país, mientras que sus regiones orientales están gobernadas por el Parlamento electo respaldado por el Ejército Nacional de Libia, que está comandado por el general Jalifa Haftar.
Las afirmaciones británicas deben ser tomadas, sin embargo, con cautela puesto que Londres ha liderado una campaña contra Rusia en varios frentes políticos y militares internacionales en los últimos meses.
Source: Periódicos