Hace unos días, el portaaviones ruso “Almirante Kuznetsov” llegó a las costas sirias y participó el pasado día 15 de noviembre en ataques contra blancos terroristas en las provincias de Idleb y Homs. En dichos ataques participaron sus aviones Su-33 y MIG-29, que llevaron a cabo bombardeos contra diversos objetivos, incluyendo depósitos de armas y una planta de producción de armas químicas de los militantes.
“Hoy hemos comenzado una gran operación para lanzar ataques con misiles contra el EI y el Frente al Nusra (también conocido como Fatah al Sham) en las provincias de Idleb y Homs, en Siria”, dijo el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu.
“Por primera vez en la historia de la Marina Rusa, el Almirante Kuznetsov ha comenzado operaciones militares”.
El desplazamiento del portaaviones tenía también como objetivo el de probar el buque y sus capacidades en condiciones de guerra real y dar a los pilotos una experiencia de combate. Y todo ello con el fin de superar cualquier limitación técnica que sea percibida.
Los aviones de combate han sido equipados con un avanzado sistema de guía con el fin de perfeccionar su precisión a la hora de atacar objetivos y destruir las posiciones enemigas.
“Un grupo de aviones Sujoi-33 a bordo del portaaviones están equipados con un sistema único informático conocido como Gifist, que les permite lanzar bombas convencionales de forma tan precisa como las bombas guiadas hacia los blancos”, dijo una fuente rusa citada por Sputnik. Esta táctica de ataques de alta precisión ayuda a prevenir bajas civiles durante operaciones militares a gran escala.
No obstante, el portaaviones ha evitado todavía lanzar ataques contra la ciudad de Alepo, donde tienen lugar combates en la actualidad, por consideraciones políticas. Según el periódico chino Diario del Pueblo, los ataques a gran escala no corresponden ahora a los intereses de Rusia debido a que causan víctimas entre la población civil. Esto, por su parte, puede ser utilizado por los grupos extremistas y las fuerzas antirrusas y conllevar consecuencias políticas y sociales no deseadas.
Asimismo, el medio destaca que después de que Donald Trump ganara las elecciones presidenciales en EEUU, las relaciones bilaterales entre Moscú y Washington han vuelto a cambiar. “En esta etapa Rusia no quiere problemas, que podrían producirse a causa de las bajas civiles en los campos de batalla en Siria y que podrían agravar las relaciones ruso-estadounidenses”, profundiza el periódico chino.
Source: Agencias