“En caso de guerra, la administración estadounidense y sus servicios de inteligencia saben muy bien que ella no se limitaría a las fronteras de Irán y se extendería a toda la región”, advirtió el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, en un discurso con motivo del Día de Al Quds, excluyendo definitivamente la posibilidad de una guerra de EEUU contra Irán de la que se ha hablado mucho en los medios últimamente.
He aquí los principales puntos de su discurso:
Cuarenta años han pasado desde el anuncio por parte del Imam Jomeini en 1979 de la proclamación del Día de Al Quds y durante esta fase los enemigos de Al Quds han esperado que esta jornada fuera olvidada para siempre. Pero, con el transcurso de los años, el interés de los pueblos del mundo y de la Ummah islámica por esta celebración ha aumentado a pesar de los intentos desplegados para presentarla como un “día iraní” o darle un tono confesional, como si fuera una jornada shií. Sin embargo, la sinceridad del llamamiento a la Ummah ha sido más fuerte que todas estas manipulaciones y la insistencia de aquellos que quieren liberar Al Quds ha sido más fuerte hoy.
Hemos visto en Oriente Medio, Asia, África y América Latina a pueblos de todas las tendencias celebrar este día y continuarán haciéndolo en los años que seguirán. Esta jornada ha cobrado más importancia con el paso de los años.
Hemos visto importantes manifestaciones que se han desarrollado en varias capitales y otras ciudades del mundo.
Las manifestaciones en Irán: un mensaje
Pero debemos detenernos en las manifestaciones populares que tuvieron lugar en Irán porque todo el mundo debería conocer el alcance real de la situación.
He visto manifestaciones enormes en algunas ciudades iraníes.
Esto es un mensaje en sí mismo que está dirigido a varios protagonistas:
A Trump, porque sigue repitiendo y argumentando que hay protestas en las ciudades iraníes contra el poder y que Irán está a punto de colapsarse y que los iraníes finalmente lo contactarán.
Es un mensaje para aquellos que apuestan por que este pueblo se canse y se debilite.
Estas manifestaciones no celebran la victoria de la Revolución, ni defienden el poder, sino que están dedicadas a Al Quds, un tema de política exterior. Los manifestantes iraníes marcharon durante largas horas en presencia de importantes dirigentes. Y en la ciudad santa de Qom vi un gran número de ulemas y líderes religiosas que también participaron en las marchas.
También es un mensaje a los gobiernos de la región y para aquellos que creen que Irán se colapsará.
Como en el pasado, destacamos el alcance de las protestas en Yemen y el discurso de alto nivel de los líderes yemeníes sobre la confrontación contra EEUU, “Israel” y los saudíes. Previamente, impusieron sobre el terreno su fuerza, cambiando la ecuación regional e influyendo en el curso del conflicto en la región.
Ha habido manifestaciones en otras áreas: en Palestina, Turquía, Siria, Afganistán, Ghana, Indonesia, Omán, Argelia, Tanzania, Sierra Leona, Guinea, Senegal etc.
También debemos detenernos en las protestas habidas en Bahrein, que tuvieron lugar el viernes y el sábado con consignas hostiles al “acuerdo del siglo” porque su primera fase se organizará en este país. Pero la población ha dicho que lo que está sucediendo no tiene legitimidad y que rechaza la sumisión de su régimen a los dictados de EEUU. El principal desafío frente a Al Quds es el “acuerdo del siglo” o el acuerdo de Trump. El eslogan unificado debe ser “no” a este acuerdo. Este es el principal peligro que amenaza al pueblo palestino.
El acuerdo de la vergüenza es un crimen histórico
Nuestro deber es rechazar este acuerdo por razones de índole política, religiosa, nacional y humana.
Desde cualquiera de estos criterios, es un trato basado en la injusticia y la usurpación de derechos. Este es el trato de vergüenza y un crimen histórico al que se debe combatir a toda costa.
El deber es claro. ¿Pero podemos enfrentarlo y abortarlo?
Sí … con certeza.
Hoy la administración norteamericana y el gobierno de la entidad sionista y algunos regímenes árabes están trabajando para ponerlo en práctica. Por otro lado, hay un eje que goza de una base sólida entre la opinión pública árabe, islámica y mundial. Y hay un enfrentamiento entre estas dos fuerzas.
Es necesario armarse de esperanza y de la sagacidad necesaria. No hablo solo de los libaneses, sino también de los sirios, los iraquíes y los iraníes y aquellos que apoyan al pueblo palestino.
Debemos tener la esperanza de que podemos realizar este objetivo e impedir que este crimen histórico se realice. El proyecto de EEUU y el régimen sionista tiene como punto central el reforzamiento del Estado de “Israel” con vistas a normalizar su presencia en esta región y hacer que se convierta en el eje de la vida política y económica en ella y liquidar la causa palestina.
En este acuerdo, Al Quds y parte de Cisjordania son entregadas a “Israel” y el derecho de los palestinos al retorno queda excluido. Sin embargo, ellos se han equivocado en lo que respecta al momento.
En la fase anterior, desde 2000 a 2011, hubo un intento de liquidar la causa palestina, pero ella contemplaba al menos dar unas migajas a los palestinos.
Después de la victoria de la Resistencia en el Líbano, el desencadenamiento de la intifada en Palestina y la aparición de un movimiento de resistencia allí, EEUU tomó la iniciativa con la invasión de Afganistán e Iraq. Más tarde, amenazó a Siria e Irán y buscó erradicar a los movimientos de resistencia.
Los libaneses nunca olvidaremos las palabras de la secretaria de Estado de EEUU, Condolezza Rice, durante la guerra de 2006 sobre el nuevo Oriente Medio, que buscaba consolidar a “Israel” como un Estado por derecho propio y acabar con la causa palestina.
Pero esto fracasó por completo.
Después de 2011, frente a las revoluciones populares -esa es al menos nuestra opinión sobre ellas a pesar de sus deficiencias, incluyendo la falta de liderazgo y proyectos concretos- la administración pudo confiscar estas revoluciones populares y desviarlas de su objetivos iniciales.
Ellos intentaron aprovechar las convulsiones que azotaron nuestras sociedades y los momentos de debilidad para imponer este “acuerdo del siglo”. Creyeron que, con la llegada al poder de Trump, junto con las amenazas y campañas de dramatización, todos se agotarían: los pueblos, los ejércitos y los regímenes, y que se olvidarían de Palestina y Al Quds.
Este es el entorno estratégico que Trump, Netanyahu y sus secuaces árabes han asumido para eliminar la causa palestina y relanzar su campaña de hostilidad contra la República Islámica de Irán.
Sin embargo, este diagnóstico estadounidense e israelí y de los regímenes árabes sometidos a ellos está completamente equivocado. No entienden la historia y no conocen a los pueblos de la región, ni sus valores y principios.
El Eje de la Resistencia, más fuerte que nunca
En una pequeña presentación sobre el Eje de la Resistencia, basada en hechos concretos sin exageración, puedo decir que es ahora mucho más fuerte que en el pasado, en contra de lo que algunos afirman.
La prueba es que en Gaza, la resistencia palestina es mucho más poderosa de lo que era en la década de 1970 en el Líbano, cuando alcanzó su punto máximo. Lo máximo que pudo lograr entonces fueron operaciones fronterizas o infiltraciones y operaciones internas a través de células internas; y solo poseía Katiushas.
Tel Aviv, Ashkelon y otras ciudades están ahora al alcance de los misiles palestinos.
La resistencia continúa evolucionando … y ha encontrado una nueva arma, el dron, como el que atacó recientemente en Arabia Saudí.
Y también hay decenas de miles de combatientes en Gaza que pueden, en caso de guerra, controlar grandes áreas. Algunos líderes palestinos incluso han dicho que se están acercando la ecuación de Tel Aviv contra Gaza.
En el Líbano, no hay necesidad de explicar que el país no había tenido desde 1948 una resistencia que se enfrente a “Israel” con las capacidades, el poder y los efectivos humanos de que dispone hoy.
“Israel” conoce a esta resistencia y todos los días los funcionarios israelíes hablan de ella y afirman que “Israel” está a la defensiva.
Siria, por su parte, ha derrotado y superado lo planeado en su contra. Quienes querían destruirla, y luego al Líbano, Iraq e Irán, con la ayuda de “Israel”, se han derrumbado y están desapareciendo, como sucedió con el Daesh y ahora con los restos del Frente al Nusra. Incluso los líderes de la oposición siria, que querían hacer la paz con “Israel” y se comprometieron a renunciar al Golán, ahora están acorralados en sus hoteles y ya no vemos sus caras aburridas en las pantallas de televisión. Siria hoy está recuperando su fuerza.
En Iraq, después de 2011 y la retirada estadounidense de este país, todos los intentos de recuperar su control fracasaron por completo … el apoyo otorgado al Daesh para justificar el retorno de las fuerzas norteamericanas ahora ha quedado al descubierto.
Hoy, Iraq está, tanto en el plano oficial como en el popular, en una posición muy diferente en lo que respecta al tema palestino.
En Yemen, hay una creciente fuerza popular y militar inédita. Derrotó a las fuerzas enviadas por el régimen saudí con la contribución de las armas estadounidenses, francesas y británicas, y dicho régimen no ha logrado imponer su dictado al pueblo yemení.
¿Por qué estas cumbres en Arabia?
En este sentido, uno puede preguntarse por qué este aumento de cumbres en Arabia Saudí en nuestros días: la cumbre de la Liga Árabe, la Conferencia Islámica y la de los países del Golfo Pérsico.
Eso significa una petición de ayuda. Es un grito de ayuda.
Porque los drones del Ejército yemení y los Comités Populares han podido cruzar todas las barreras tecnológicas disponibles en Arabia para atacar sus objetivos petrolíferos con precisión.
Trump no ha podido protegerlos ni tampoco todo el arsenal estadounidense y europeo que adquirieron.
Es un grito de ayuda frente a los heroicos yemeníes, cuya fuerza sigue creciendo.
Quisiera decirles a los que denunciaron la campaña de los drones que harían mejor en revisar sus posiciones a la luz de los criterios morales, humanitarios y religiosos: mientras callaban ante los delitos cometidos contra todo un pueblo, contra sus mujeres y sus niños, están compitiendo entre ustedes para denunciar los ataques dirigidos a las estaciones petrolíferas de un país agresor.
Estas condenas y cumbres nunca protegerán a los tiranos, porque Dios sostiene a los pueblos que luchan, que son sinceros en su fe y están listos para realizar todos los sacrificios que sean necesarios. Yemen es una parte importante del Eje de la Resistencia y, a pesar de todas las masacres realizadas contra su población, vemos cómo continúa manifestándose y apoyando al pueblo palestino y la causa de Al Quds.
El hecho de que los pueblos en nuestra región expresen su rechazo a este acuerdo es también una fortaleza importante.
Irán, una verdadera potencia y no Arabia
Uno de nuestros activos más importantes es Irán, que es una verdadera fuerza regional, si no la más importante, porque es autosuficiente. Irán resistió ocho años de guerra apoyada por todas las potencias del mundo.
Algunos argumentan que Arabia Saudí es la fuerza regional más importante.
Veamos lo que dice su mejor aliado, Trump: él afirmó que sin la protección que EEUU le brinda, el régimen saudí se derrumbaría como un castillo de arena.
Estos países no tienen una fuerza independiente. Dependen totalmente del apoyo proporcionado por las bases norteamericanas y los servicios de inteligencia de EEUU, como la CIA.
Irán, por su parte, es un verdadero estado en ascenso.
Nunca ha sido tan poderosa la Resistencia en el Líbano, Palestina, Yemen, Iraq y Siria. Estos países saldrán de sus pruebas mucho más poderosos.
La situación es diferente en el otro eje. Hablemos de “Israel” a la cabeza. No puedo decir que sea débil, especialmente porque tiene un gran ejército. Sin embargo, muestra señales de debilidad como nunca antes. Sus propios líderes militares dicen que “Israel” ya no puede ganar una batalla, que está sufriendo una regresión en su fuerza de disuasión, como sucede, por ejemplo, frente al Líbano. Se afirma que su fuerza terrestre está más debilitada que nunca y que su frente interno está también más al descubierto que nunca.
La entidad sionista ahora teme los misiles de Gaza, Líbano y Siria y sigue afirmando que hay misiles en Iraq, sin olvidar los misiles de Yemen.
En la cumbre del poder árabe, la lucha siempre se había detenido en sus fronteras, mientras que hoy en día su frente interno está más descubierto que nunca antes frente a nuestros misiles.
Además, “Israel” tiene sus propios problemas políticos internos que se están complicando cada vez más. Por ejemplo, aún no ha podido formar un gobierno después de las últimas elecciones parlamentarias y su Parlamento se ha disuelto. Sufre la falta de liderazgo y más que nunca necesita urgentemente el apoyo de EEUU. Uno de los propósitos declarados de la presencia de bases estadounidenses en la región es proteger a “Israel”.
¿Desde cuándo en su historia, “Israel” había necesitado este apoyo?
Trump no quiere la guerra
Trump está librando una guerra psicológica en todo el mundo porque EEUU ya no es lo que era. Allí donde envió sus ejércitos fueron derrotados, ya se trate de Iraq o Afganistán y, en el pasado, de Líbano o Somalia,
Mostradme dónde ellos pudieron lograr sus objetivos.
Y luego estudiad la situación interna en EEUU. El Imam Jamenei dijo en un informe sobre ese país que 40 millones de estadounidenses viven bajo el umbral de la pobreza.
Si los precios del petróleo se disparan, Trump será juzgado ante el Congreso de EEUU.
Aunque EEUU lidera las confrontaciones en varios rincones del mundo no traspasa el umbral de la guerra por razones puramente financieras, que son esenciales.
Es por esto que la estrategia de Trump se basa esencialmente en sanciones. Durante su campaña electoral, Trump fue muy crítico con sus predecesores por liderar guerras en la región a expensas de los intereses de EEUU, que el país pagó caro con sus propias arcas.
Incluso sus secuaces en la región están preocupados. Ya no pueden apostar por los terroristas takfiris. Los regímenes ya no pueden protegerse a sí mismos, como en el caso de los saudíes en Yemen. Algunos países están preocupados, como Jordania, que teme por su futuro y convertirse en un estado alternativo para los palestinos.
Incluso Egipto está preocupado por el “acuerdo del siglo” porque no sabe cuál será su estatus regional, porque obviamente, este acuerdo se basa en el trío EEUU, “Israel” y Arabia Saudí.
En el mundo árabe e islámico los países están preocupados por su situación interna. Siempre trato de tener una visión de conjunto de un tema. Creo así que esto podría ser positivo, porque si no lo estuvieran, estarían del lado de EEUU y no de los palestinos.
Quiero recordar las palabras del Líder Supremo, Imam Jamenei, que conoce bien la situación. Él cree que no habrá guerra.
¿Por qué? Según nuestro análisis, debido al poder de Irán. Si hubiera sido débil, la guerra habría estallado hace mucho tiempo.
La República Islámica de Irán es fuerte gracias a su gente, sus fuerzas militares, sus líderes y responsables, gracias a sus sabios islámicos y porque también depende totalmente de Dios y tiene plena confianza en Él.
Trump no quiere la guerra porque se enfrentaría a una guerra real. Esta es la primera razón.
Una guerra estadounidense se extendería a toda la región
La segunda razón es que Trump, su administración y sus servicios de inteligencia saben muy bien que la guerra contra Irán no se limitaría a sus fronteras. Saben que toda la región se vería incendiada y que todas sus fuerzas e intereses serían amenazados y destruidos, y los que han conspirado también pagarían el precio, a la cabeza de los cuales estarían “Israel” y los Al Saúd.
Si la región se incendia, Trump sabe que el precio del barril de petróleo superará los 300 dólares y perderá las próximas elecciones.
EEUU debe tener en cuenta todos estos datos.
Los infelices que quisieran creer que Trump vendrá a apoyar sus odios deberían saber que eso no entra en sus planes. Sois vosotros los que trabajáis para él, cediéndole vuestros miles de millones y vuestro petróleo.
Por otro lado, supongamos que EEUU quisiera iniciar una guerra y que lograra derrotar a Irán, ¿cómo extraería entonces sus miles de millones de dólares a los regímenes del Golfo Pérsico? Los estadounidenses aprovechan al máximo esta situación.
No tienen ningún interés en que los países del Golfo Pérsico se lleven bien con Irán para poder ordeñarlos mejor. En ese caso, no tendrían ninguna razón para vender sus armas, aviones, tanques y más.
Creer lo contrario es una gran tontería.
La prioridad de Trump es la guerra económica, como en Venezuela, China y Corea del Norte.
Él mismo dice que no quiere una guerra militar sino solo económica, porque causaría pérdidas financieras y humanas.
Hemos visto cómo el número de soldados que quería enviar ha disminuido de varios miles a unos cientos.
Básicamente, a Trump le gustaría salir de la región. Quería hacerlo en Siria, pero sus servicios de inteligencia y sus próximos le aconsejaron que no lo hiciera por temor a que Irán se fortaleciera
Cumbres árabes a falta de una guerra norteamericana
La otra señal de que este eje se encuentra en una fase crítica es la propia celebración de cumbres, incluida la reciente cumbre árabe. Obviamente, se organizó a toda prisa. A la luz de sus conclusiones finales, destacan dos cosas.
La primera me lleva a recordar los primeros días de la guerra contra Yemen, cuando el Líder Supremo Imam Jamenei dijo que los jóvenes yemeníes darían una buena lección a los Al Saúd y los estadounidenses
Lo que sucedió en Yanbu (ataque con drones yemeníes contra las estaciones de bombeo de petróleo saudíes) es un gran fiasco militar para los saudíes y una gran hazaña para los hermanos yemeníes.
En las conclusiones del comunicado final publicado en la cumbre árabe, encontramos que en diez de ellas solo se habla de los huzíes e iraníes.
El régimen saudí ahora sabe muy bien que no habrá guerra en la región y que ha gastado sus miles de millones para nada.
Los Al Saúd no puede iniciar una guerra contra Irán. La gente se burla de ellos en las redes sociales al decirles que están indefensos contra los yemeníes, que no tienen unas grandes fuerzas armadas, y que serían totalmente derrotados por el Ejército iraní y sus diferentes fuerzas.
Sus cálculos basados en la incitación de Trump a la guerra resultaron inútiles. Por eso organizaron estas cumbres para suplicar ayuda.
Lanzan estos llamamientos después de desgarrar el mundo árabe e islámico y debilitarlo al difundir su ideología takfiri.
Con respecto a esta cumbre reciente, ella fue una petición de ayuda de los saudíes. Es una solicitud de ayuda por su fracaso en Yemen. Sus cálculos se han venido abajo y están ahora presos de la confusión.
Y luego vemos que solo al final de su comunicado en la cumbre árabe que se habla de la causa palestina, en dos pequeñas líneas, incluso una línea y media y no más.
La posición de la delegación libanesa en la cumbre es condenable
Precisamente en relación con la cumbre árabe, es nuestro deber saludar la valiente y excelente posición de Iraq y su presidente.
En esta cumbre y en vista de los reveses que sufren y la explotación que EEUU hace de ellos, los saudíes habrían hecho mejor en adoptar un lenguaje de reconciliación hacia Irán, cuyos líderes aseguran que están dispuestos a reconciliarse o incluso concluir acuerdos de no agresión con esos países árabes.
En cuanto a la posición de la delegación libanesa en la cumbre, no estuvo en línea con la declaración ministerial. Ella podría haber adoptado al menos una posición que promoviera la neutralidad. Su postura debe ser condenada porque no representa la posición del conjunto de los partidos libaneses.
La Corriente del Futuro tiene todo el derecho de anunciar su inefable apoyo a las conclusiones de la cumbre de Meca. Pero eso no es de aplicación para la delegación estatal del Líbano. Es inaceptable teniendo en cuenta la posición del gobierno libanés, que debe permanecer neutral en los asuntos regionales.
Sobre la delimitación de las fronteras
El último punto de mi discurso es sobre la demarcación de las fronteras. En tanto que Resistencia, como he dicho en repetidas ocasiones, estamos detrás del Estado. Es una posición que no tiene nada de adulación. Tenemos plena confianza en que los líderes libaneses tratan de hacer valer los derechos del Líbano en su suelo, su agua, sus fronteras, sus recursos naturales y los hidrocarburos.
EEUU que conoce muy bien como explotar estas situaciones es consciente de que el Líbano necesita préstamos para la exploración y explotación de sus recursos.
Explotan las negociaciones sobre la demarcación de fronteras en favor de los intereses puramente israelíes. Así, por ejemplo, plantean la cuestión de los misiles de alta precisión de Hezbolá, cuya existencia hemos abiertamente revelado en más de una ocasión.
Hace más de 3 años que los embajadores de países amigos y enemigos vinieron a advertirnos que “Israel” no iba a tolerar nuestra tenencia de misiles de alta precisión.
Con el tiempo, llegaron a decirnos que teníamos plantas de fabricación de estos misiles de alta precisión y que “Israel” no las toleraría tampoco y que las iba a bombardear.
Hemos ocultado estas advertencias al público. Pero lo que sucedió esta semana nos lleva a revelarlas abiertamente.
Y al mismo tiempo me gustaría ofrecer las respuestas que los estadounidenses y los israelíes deben escuchar en esta ocasión.
En primer lugar, quiero señalar que en Hezbolá no mentimos. A veces podemos ofrecer verdades a medias, pero no mentimos.
En lo que se refiere a los misiles de alta precisión, cuya presencia ya hemos revelado, asegurando que pueden alcanzar cualquier objetivo deseado en la entidad sionista, en este día de conmemoración de los 40 años del Día de Al Quds deseo confirmar que nosotros, en el Líbano, tenemos tales misiles y en cantidad suficiente para poder cambiar las ecuaciones en Oriente Medio.
Esto no es una novedad en sí misma. Hablamos de ello durante la celebración de Ashura del año pasado.
Cuando quisieron asustarnos diciendo que “Israel” no podía admitir su presencia y que los atacaría, les dijimos que en caso de ataques contra estos misiles, nosotros en Hezbolá responderíamos de manera inmediata y con fuerza.
Esto se ha dicho durante tres años y veis que no han bombardeado nada. Por otro lado, los israelíes se quejaron ante las Naciones Unidas.
No nos han bombardeado porque somos poderosos y saben que vamos a responderles en la misma medida o incluso el doble.
Construiremos fábricas de misiles si…
Ahora se nos dice que tenemos fábricas para fabricar estos misiles: un responsable libanés vino a decirme que EEUU se quejó de que tenemos estas fábricas y le dije que no tenemos ninguna. Lo repito de nuevo este día, como lo he hecho varias veces a distintos funcionarios libaneses.
En el contexto de estos comentarios, entendemos que existe un conjunto de amenazas norteamericanas para que resolvamos este caso y eliminemos estas instalaciones.
¿Con quién creéis que habláis? Nosotros en Hezbolá somos más sinceros que EEUU y sus secuaces.
Yo particularmente no creo que haya que discutir este tema con EEUU. Si tenemos o no estas fábricas no es de su incumbencia. Es nuestro derecho el poseer todas las armas que necesitemos para defender nuestro país, incluyendo el derecho a fabricarlas.
EEUU no tiene el derecho de discutir este tema con nosotros, mientras que al mismo tiempo “Israel” puede disponer de todo tipo de armamentos que desee, incluidas armas nucleares. Tenemos el derecho de adquirir y fabricar las armas que necesitemos.
Sin embargo, si EEUU está inmiscuyéndose en este tema, les digo francamente: sí, tenemos todas las capacidades para fabricar estos misiles y, en caso necesario, tomaremos la decisión de hacerlo y construiremos fábricas de armas en el Líbano.
Podemos hacerlo y vender misiles de alta precisión a otros países al mismo tiempo para apoyar el presupuesto libanés.
Le pido al Sr. Satterfield que sea sabio y haga su trabajo correctamente. Sabemos cómo funciona EEUU. Es mejor que deje ese tema porque las amenazas contra nosotros son inútiles.
En este día en que celebramos el 40º aniversario del Día de Al Quds, sabed que nuestro eje es fuerte, a pesar de los sacrificios. Gracias a ellos, saldremos más fortalecidos y más poderosos. Sabed que podemos abortar el “acuerdo del siglo”. Basta con que los palestinos permanezcan unánimes en esta cuestión y nadie podrá imponerles nada. Lo mismo sucede con el pueblo sirio. Si se niega a entregar el Golán, ellos (los estadounidenses) no podrán hacer nada.
Independientemente de lo que hagan, mientras continuemos comprometidos con nuestros derechos, estemos totalmente dedicados a Dios y tengamos plena confianza en nuestra gente y nuestras capacidades, el futuro pertenecerá a Al Quds y no a Trump y compañía.
As Salamu Alaikum
Source: Al Manar