Una larga lista de artículos escritos por comentaristas de derecha israelíes y publicados en los medios de la entidad sionista el mes pasado hablan de un intento israelí de desestabilizar Jordania y expulsar del poder a su rey, Abdulá II.
Citados por el Centro de Información Palestino, todos estos artículos se centran en el mismo objetivo establecido por la derecha israelí: anular el tratado de paz con Jordania.
El autor israelí, Rogel Alpher, escribió un artículo en hebreo en el periódico Haaretz que existen “grandes proyectos israelíes en preparación” contra Jordania.
Parece que la anexión del Valle del Jordán, anunciada por Netanyahu pero congelada por el temor a un nuevo conflicto con el Tribunal Penal Internacional, es una medida táctica destinada a matar dos pájaros de un tiro: llevar a cabo la anexión de Cisjordania y provocar la cancelación del tratado de paz con Jordania. El objetivo estratégico es el derrocamiento de la casa real hashemí y el cumplimiento de un sueño sionista: Jordania es Palestina, señala el autor.
Según Rogel Alpher, las personalidades de la derecha israelí, ya sean partidarios de Benyamin Netanyahu o de una alternativa como Gideon Saar, tienen esa visión. Esto, por supuesto, incluye al propio Saar, que apoya con entusiasmo la idea de que Jordania es Palestina. La derecha racista israelí obviamente odia al rey Abdulá y considera que el poder de los hashemíes es “ilegítimo”.
Su propósito, dice el analista, “es humillar a Abdulá y tratar de que suspenda o revoque el acuerdo de paz, y luego actuar contra él para expulsarlo del poder.”
La derecha israelí espera una “primavera jordana”, un levantamiento de la mayoría palestina en el reino que inundaría las calles con protestas hasta provocar una revolución. Cuando Abdulá sea expulsado y los palestinos gobiernen Jordania, será posible completar la anexión de Cisjordania a “Israel” y la creación de una confederación entre la Autoridad Palestina en Cisjordania y la Jordania palestina. Los palestinos en Cisjordania recibirán derechos políticos en Jordania y, por supuesto, no en “Israel”. Este es el plan, pero la presencia de Abdulá se interfiere con su implementación.
Alfred señaló que la derecha israelí estaba enojada con Jordania por su posición en relación a la Mezquita Al Aqsa.
“El rey Abdulá II también perturba la derecha en el Monte del Templo (la Explanada de las Mezquitas en el lenguaje israelí). Los judíos quieren cambiar el status quo en el Monte del Templo, pero el Waqf jordano se erige en el camino como un obstáculo”, continúa el artículo.
Los jordanos ahora ven a “Israel” como un enemigo implacable, a pesar de 25 años de paz. Y es por eso que Jordania realizó recientemente un importante ejercicio militar contra una invasión israelí.
Esta es otra razón por la que los israelíes quieren expulsar del poder al rey Abdulá y revocar el tratado de paz que reconoce el estatus especial y el papel de Jordania en la Mezquita Al Aqsa.
El derrocamiento de Abdulá es la solución clave para el intento de anexionar Cisjordania sin anexionar a millones de palestinos que, a sus ojos, no tienen derechos, agrega el artículo.
En reacción a estas revelaciones, el experto palestino Salih al Naami dijo que el plan para derrocar al monarca jordano era parte de las medidas para cambiar el tejido demográfico de la región, particularmente en el Valle del Jordán.
El rey de Jordania, Abdulá II, ha declarado en repetidas ocasiones que sin un acuerdo sobre la cuestión palestina, “Israel” no tendrá un futuro real en Oriente Medio.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)