El presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció, el martes 5 de febrero, la declaración realizada por Donald Trump sobre la posibilidad de un despliegue de fuerzas estadounidenses en Venezuela, alegando que EEUU se dirigía directamente a “un conflicto de alto nivel”. “Es una locura! Hablar de una guerra en el siglo XXI es una locura. ¡Incluso la idea de que enviarás a tu ejército a un país que tiene habitantes para protegerlo es una locura, Sr. Trump!”, dijo en un discurso en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, que fue publicado en Twitter.
Donald Trump dijo el domingo que “no descarta” la posibilidad de usar el ejército estadounidense contra Venezuela. Ayer, miércoles, recibió al títere pro-estadounidense y autoproclamado líder de la oposición venezolana Juan Guaidó. Este último también fue invitado a asistir al discurso anual del Estado de la Unión del Presidente durante el cual llamó a Guaidó el “único presidente real” de Venezuela en otra abierta provocación contra el Estado venezolano, que ya sufre una continua agresión mediática de medios apoyados por EEUU dentro y fuera de Venezuela.
“Donald Trump está llevando a EEUU a un conflicto de alto nivel con Venezuela”, dijo el jefe de Estado socialista en un discurso televisivo. “Pido a todos los sectores honestos en EEUU que se opongan a la política intervencionista, ilegal e inmoral de Donald Trump contra el pueblo noble y pacífico de Venezuela”, dijo.
Sin embargo, el intento del gobierno de Trump de expulsar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, del poder ha fracasado durante más de dos años, al encontrarse con un obstáculo importante: los aliados de Venezuela especialmente Rusia. La campaña estadounidense contra Venezuela se convirtió en una debacle de política exterior. La operación fue derrotada tanto por los adversarios tradicionales de EEUU, Rusia y Cuba, como también por algunos de otros aliados de Venezuela, como Irán, Turquía e India. Todos estos países han ayudado, de una forma u otra, al Estado venezolano a eludir las sanciones de EEUU y a contrarrestar los ataques cibernéticos.
El gobierno de Trump, confiado en que Maduro caería, no había planeado que Rusia allanase el camino para que otros países eludan las sanciones. El apoyo de los aliados ha ayudado a Venezuela a afrontar sus problemas económicos. Según un análisis del Wall Street Journal, casi la mitad del crudo venezolano por valor de 1.500 millones de dólares exportado a la India en los nueve meses posteriores a las sanciones de los EEUU fue comprado por una empresa india de la que es copropietario el gigante petrolero ruso Rosneft. Esto muestra que los amigos de Venezuela están siempre dispuestos a apoyarla.
Source: Press TV