EEUU sigue sintiendo las terribles consecuencias de la decisión “imprudente” de la administración Trump de asesinar al comandante de la Fuerza Al Quds del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica, el general Qassem Soleimani.
Con la proximidad del segundo aniversario del martirio del comandante de la Fuerza Al Quds, la revista estadounidense The National Interest publicó en su sitio web un artículo del analista político Will Smith, graduado de la Escuela de Servicio Internacional (School of International Service).
El autor escribe que en enero de 2020, pocos días después de que EEUU asesinara al general Qassem Soleimani, Irán tomó represalias contra la acción criminal de EEUU con un ataque balístico a la base de la fuerza aérea estadounidenses de Ain al Assad (provincia iraquí de Al Anbar), que hirió a más de 100 soldados estadounidenses.
En su discurso, el ex secretario de Estado Mike Pompeo afirmó que el asesinato del general Qassem Soleimani por las fuerzas armadas estadounidenses en Iraq, que contradecía el derecho internacional, “restableció la disuasión con Irán”. Sin embargo, cuanto más tiempo pasó, el dramático aumento de los ataques a los intereses estadounidenses en Iraq reveló que las falsas afirmaciones de Mike Pompeo eran irrelevantes. Dos años después del asesinato del mártir general Qassem Soleimani, EEUU está sufriendo graves consecuencias en Iraq y en toda la región.
“La decisión de asesinar al general Soleimani fue un abuso de poder imprudente por parte de la administración Trump, y ha dado lugar a una reacción realmente merecida contra EEUU”, escribió el analista de la revista The National Interest.
Irán respondió rápidamente disparando misiles contra la base aérea estadounidense en Ain al Asad y redefinió su estrategia regional con el objetivo de lograr la retirada total de las fuerzas militares estadounidenses de Oriente Medio.
El autor añade que durante los dos últimos años la situación ha cambiado drásticamente en Iraq en detrimento de los estadounidenses.
El ataque norteamericano asesinó tanto al general Soleimani como a Abu Mahdi al Mohandis, un comandante clave de las Fuerzas de Movilización Popular de Iraq (Hashid al Shaabi), formadas en 2014 para luchar contra el Daesh, y que son ahora parte integral de las fuerzas armadas iraquíes. Según Will Smith, esto ha aumentado dramáticamente los sentimientos hostiles contra EEUU entre estas fuerzas iraquíes, algunas de las cuales no han dudado en atacar las bases militares y los convoyes estadounidenses cada vez que se presenta la oportunidad.
Según el analista de la revista estadounidense, el fuerte aumento de los ataques contra las fuerzas de EEUU tras los asesinatos del general Qassem Soleimani y Abu Mahdi al Mohandes ha dañado los intereses estadounidenses en Iraq en todos los sentidos.
Además de poner en peligro la vida de los soldados estadounidenses, el aumento de los ataques ha obstaculizado las actividades de las fuerzas de la coalición internacional liderada por EEUU, lo que ha obligado a los norteamericanos a suspender sus actividades habituales para dedicar la mayor parte de su energía a asegurar la protección de sus bases contra los numerosos ataques que limitan la capacidad de las fuerzas de la coalición internacional para moverse libremente.
Will Smith cree que, además de sus consecuencias en Iraq, el asesinato criminal del general Qassem Soleimani ha llevado a la República Islámica de Irán a perseguir con más determinación el desarrollo de su programa nuclear civil.
Irán abandonó los límites establecidos por el acuerdo nuclear de 2015 establecido en el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) inmediatamente después del asesinato del general Soleimani. Un año después, en el primer aniversario del martirio del comandante de la Fuerza Al Quds, Teherán anunció su intención de intensificar el enriquecimiento de uranio. Casi dos años después del asesinato criminal del mártir Qassem Soleimani, mientras continúan las negociaciones nucleares en Viena, la administración Biden parece no tener opciones serias frente al desafío de una potencia nuclear iraní.
El analista estadounidense cree que las consecuencias negativas del asesinato del general Qassem Soleimani han expuesto cada vez más los límites de la fuerza militar estadounidense frente a las amenazas y desafíos asimétricos.
El general Frank McKenzie, comandante del Comando Central de EEUU (CentCom), dijo recientemente que creía que los ataques de las fuerzas iraquíes contra bases militares y convoyes estadounidenses aumentarían en las próximas semanas.
El autor señala que los continuos ataques a las fuerzas estadounidenses son el resultado de la insistencia de EEUU en mantener las fuerzas militares en Iraq. Escribe: “En última instancia, no sería necesario desalentar los ataques si las fuerzas estadounidenses no estuvieran en Iraq. Las fuerzas especiales iraquíes han demostrado su eficacia en la lucha contra los restos del Daesh, y los objetivos de las misiones de asesoramiento, asistencia y entrenamiento se pueden lograr sin una huella militar permanente de EEUU”.
Will Smith agrega: “La decisión de asesinar al general Soleimani tuvo toda una serie de consecuencias negativas para EEUU, que aún hoy se sienten. A pesar de la campaña de máxima presión de Donald Trump contra Irán, es revelador que Teherán no haya cumplido ninguna de las doce demandas de Pompeo. La presión máxima no logró ningún resultado tangible, y cuando Trump salió de la Casa Blanca, Irán estaba más fuerte que antes.”
En conclusión, el periodista de The National Interest escribe: “La decisión de asesinar a Soleimani refleja la tendencia de EEUU a usar la fuerza de manera agresiva sin considerar los efectos de segundo orden que podrían resultar de ello”.
Source: Press TV