Por primera vez, Hezbolá ha extendido su ayuda agrícola al norte del Líbano, una región predominantemente sunní y cristiana, sin conexión con sus áreas de influencia.
La iniciativa parte de una de sus fundaciones, la asociación Yihad al-Bina (La Lucha por la Reconstrucción).
Responsable cuando se creó de la reconstrucción de edificios residenciales y educativos destruidos en las ofensivas israelíes contra el Líbano, desde entonces ha ampliado su campo de acción para incluir actividades agrícolas en los últimos años, desde el estallido de la crisis económica y financiera en el Líbano en 2019.
Promoción de la agricultura
Tras el final de la guerra civil, durante los innumerables mandatos del ex primer ministro Rafiq Hariri, aliado de Arabia Saudí de la que era nacional y de los occidentales, encabezados por Francia, se practicó en el Líbano una política económica rentista, a expensas de todos sus sectores productivos.
Fue acompañada paralelamente por un endeudamiento debidamente planificado, y el establecimiento de un sistema de corrupción. Ambos fenómenos han arruinado al país, que languidece desde 2019. A partir de ese año, el espectro de la hambruna se alzó amenazando a los libaneses de todas las tendencias.
Hezbolá, a través de Yihad al-Bina, emprendió inmediatamente medidas destinadas a potenciar el sector agrícola en particular. Ofrece sus buenos oficios a todas las regiones que así lo deseen para desarrollar este sector.
En ese momento, el secretario general de Hezbolá lanzó unas palabras categóricas: “El Líbano no morirá de hambre”.
Source: Al Manar