La revista estadounidense Newsweek afirmó este jueves que “el número de israelíes evacuados de sus hogares en el norte debido a los ataques de Hezbolá asciende a 200.000 colonos”, contrariamente a la cifra anunciada por “Israel”, que es de 60.000 colonos.
La crisis asociada al desplazamiento de colonos del norte se ha agravado recientemente considerablemente, imponiendo su peso sobre la mesa del gabinete, que se encuentra bajo una gran presión para resolverla, sin ningún horizonte ni plan claro por el momento.
Los medios de comunicación israelíes hablan ampliamente de la situación que viven los habitantes de los asentamientos del norte, “que están agotados y pagan un alto precio por los combates con Hezbolá”.
Según un artículo publicado por el periódico israelí Yedioth Ahronoth, los colonos del norte están “deprimidos” y se preguntan: “¿Qué debemos hacer para poner fin a la pesadilla de los misiles de Hezbolá?”. Cita a un colono israelí que vive en uno de los asentamientos de Galilea, cerca de la frontera libanesa, diciendo: “Los colonos allí están viviendo la pesadilla de los misiles de Hezbolá y la situación es horrible”.
Según el periódico, más de 60.000 residentes de los asentamientos de Galilea fueron desplazados de sus hogares en octubre y se encontraron viviendo una nueva vida en otros asentamientos.
Y añadió: “Desde octubre, la sociedad en el Norte está colapsada, muchas empresas están cerradas y la población desplazada ha sido dispersada en campos separados”. Uno de los colonos dijo al periódico: “Uno de los líderes israelíes debería venir y hablar con los residentes”, añadiendo que “el gobierno se ha olvidado de los residentes de los asentamientos del norte y se ha acostumbrado a que vivan en guerra”.
Y continúa: “Un sentimiento de impotencia acompaña a todos los habitantes de las colonias de Galilea. Nunca imaginaron que esta realidad podría durar más de cinco meses”, mientras que otro señaló que “el costo es alto para los soldados israelíes que mueren o resultan heridos, sin mencionar el desgarro del tejido social, el daño económico y la destrucción de infraestructura civil, militar y de seguridad.”
Source: Al Manar